Este mes de junio nos ha sorprendido con otra vuelta deseada, al menos por mis inquietos oídos. Scott Matthew, el cantautor que ya nos sorprendió el pasado 2009 con su soberbio trabajo "There is a ocean…" nos entrega, dos años después, nuevo material que sigue en la línea marcada por sus anteriores trabajos como su disco homónimo de debut en 2007. Lírica y carga emocional no apta para impacientes ni para deprimidos crónicos, como suelo decir. Al menos que nos os pille con una cuchilla de afeitar cerca de partes vitales. Por lo que pueda pasar…
"Gallantry's favorite son" sigue desgranando el enorme talento para hacer e interpretar canciones de este australiano afincado en Nueva York. Canciones en que los silencios y la ausencia de medios musicales superfluos lo llenan todo. Y es que la máxima de menos es más se cumple a la perfección en este trabajo. Solo tenéis que escuchar "Duet", "Sinking", "Black bird" o "Seedling" para comprender que lo árido y desguarnecido también puede ser bello.
Aunque el disco también tiene momentos en los que Scott ve una luz al final del túnel en la que parece que desembocará la alegría o la esperanza. "Devil's only child", "Felicity", "Sweet kiss in the afterlife" o "The wonder of a falling in love" pueden ser buenos ejemplos de ello. Quizás los temas más accesibles para los desesperados y los ansiosos. Pero solo queda en eso, en un amago de expectativas de felicidad frustradas.
Os dejo su myspace para escuchéis e investiguéis más sobre Scott Matthew así como un enlace con Spotify para que escuchéis este reciente "Gallantry's favorite son". Los vídeos que os recomiendo son el tema "Sinking" interpretado en directo desde Berlín junto a Eugene Lemcio al piano y Sam Taylor al cello, la canción "Duet" y el cutre-vídeo del tema "The wonder of a falling in love" con bonitas imágenes de enamorados.
Un saludo y feliz escucha.
Scott Matthew – “Sinking”. (live)
Scott Matthew – “Duet”.
Scott Matthew - “The wonder of a falling in love”.