La publicación de los nuevos trabajos de Björk se está convirtiendo en algo parecido a la salida en bolsa de alguna multinacional. El secretismo y la expectación que provoca la islandesa son dignos de artistas que se podrían contar con los dedos de una mano. Pero, al igual que me ha pasado con algunas de sus últimas entregas, el resultado me deja – casi – siempre de lo más frío, digno de una mujer que viene de una de las islas más gélidas del planeta. Bueno, con algunas excepciones, sino no le dedicaría estas palabras. No se le puede negar originalidad, experimentación y riesgo en sus obras. Ese es su auténtico postulado. Pero al igual que me ha ocurrido con "The king of limbs", de sus coetáneos Radiohead, la necesidad natural de algunos a no repetirse y a buscar la extravagancia más absoluta les lleva a perder demasiado lastre y demasiada identidad personal, aflorando al final el síndrome del que desconoce lo que se buscaba en un inicio.

Quizá sea el sino de los genios. En un disco pueden llegar al absoluto desconcierto o desembocar en la absoluta genialidad (escuchar "Cosmonogy"). Lo grande de Björk son las texturas que consigue y los inquietantes ambientes que sabe crear. Así como en la vigorosa, en ocasiones sensual y dulce, voz que posee. En eso, desde luego, es única así como en la utilización de la más innovadora tecnología conjugándola con instrumentos milenarios (en el tema "Crystalline" por ejemplo utiliza una gamelan, formación musical de las islas de Java y Bali); así que todo lo que se escucha en sus trabajo no es gracias a la tecnología; Björk juega siempre a engañarnos el oído, mucho ojo.

Un disco que encandila y apesadumbra por igual. Seguro que tendrá tantos seguidores como detractores. Björk no deja indiferente a nadie. Es el precio que hay que pagar por el riesgo. Os dejo con el increíble vídeo de "Crystalline" dirigido por su habitual colaborador Michel Gondry, con el tema que abre este nuevo trabajo de Björk, "Moon" así como los preciosos "Cosmonogy" y "Virus". Ahora a disfrutarlo – u odiarlo – y a esperar otros tres o cuatro años hasta el siguiente trabajo de la islandesa.

Un saludo y feliz escucha.


Björk – “Crystalline”.



Björk – “Moon”.



Björk – “Cosmonogy”.



Björk – “Virus”.