"Hospice" es triste y conceptual. Es un disco que toca lo más sensible, lo más hondo. Es música para escuchar con cascos, solo en la habitación, para que se pueda llorar a gusto, sin que nadie moleste. Es un pop de ruidos de fondo, con toques de "ambient". Pero sobre todo es profundo, claustrofóbico.
Porque este disco es monotemático, con prólogo y epílogo, desde su significativa portada hasta las ilustraciones del album, pasando, por supuesto y sobre todo, por la música y las letras. Habla de un chico que ve morir a una niña de cáncer de huesos en un hospital de Nueva York, en concreto el Memorial Sloan-Kettering Center. El disco son diez temas -el primero, instrumental- que hablan del drama de esta enfermedad, de las distintas fases del que la sufre y del que la ve sufrir. Las letras, escritas en primera persona, son opresivas y explícitas (de hecho hacía mucho tiempo que unas letras no me emocionaban tanto). Hablan de morfina, dolor, tubos y medicamentos y las canciones evolucionan hasta la muerte final de la niña protagonista. En el disco, junto a la enfermedad, también se habla, con metáforas, de la ruptura con la vida, de desengaños amorosos... en definitiva aprovechan las distintas fases del cáncer como metáfora de la vida de cualquiera... y es que el disco, al parecer, fue creado integramente por Peter Silberman, el cantante, que estuvo encerrado en su apartamento sin ver ni hablar con nadie, en pleno furor creativo después de una ruptura sentimental.
El disco debut de The Antlers está lleno de literatura y de esa poesía de lo horrendo y lo cotidiano. Un disco dificil, sin duda, pero que a mí me ha llegado hasta lo más profundo...


Two




Kettering (ilustraciones con la música de esta canción del disco)




Sylvia




Epilogue




Que lo disfruteis...