Como si del inicio de "Cien Años de Soledad" se tratara, tras muchos meses inactivo aparezco de nuevo para volver atrás...Galimatías aparte, hoy he podido encontrar un espacio para la intimidad que requiere (o a mí siempre me ha requerido) escribir un artículo en que pueda estar a la altura de las fantásticas cosas que estáis publicando últimamente.

Y vuelvo atrás para reencontrarme con una de las bandas que más a gusto he escuchado siempre, 21 Japonesas, el proyecto que iniciaron Txetxo Bengoetxea, Luis Camino y Alfredo Beristáin allá por el año 1987. Yo los descubrí con su Hombre de la selva (1989) publicado dos años después de su primer álbum, y especialmente con su maravillosa y sorprendente En sus sueños, una canción que me enseñó a ver más allá de los sonidos que escuchaba por aquélla época. Esa mezcla de melodías hipnóticas y ritmos africanos me cautivó desde el primer minuto y me quedé enganchado al grupo. Poco a poco, su sonido fue evolucionando y volviéndose menos étnico (término que Bengoetxea siempre ha rechazado para definir su música), en parte por el abandono y posterior fallecimiento de Alfredo Beristáin, y en parte por los cambios de compañía discográfica. Esta evolución pareció no agradarle demasiado a Luis Camino porque también dejó el grupo tras la publicación de El mercado del placer (1992).

Convertido ya el grupo en un proyecto personal de Txetxo Bengoetxea sólo se editó un álbum más como 21 Japonesas (Fuego Dulce - 1994). A partir de ahí, el silencio, al menos hasta la publicación de dos álbumes de Txetxo que no llegaron a la altura de lo publicado anteriormente con sus compañeros de banda.

Algunas de las canciones de 21 Japonesas me han acompañado en momentos muy significativos de mi vida y personalmente creo que el grado de delicadeza y refinamiento en los sonidos que alcanzaron con el álbum El mercado del placer convierten a éste en uno de los mejores discos de los 90 en España.

Os dejo para su uso y disfrute unos temas seleccionados de sus tres principales álbumes, espero que los recordéis con el mismo cariño que lo hago yo.

En sus sueños (Hombre de la selva)


Vuelve a llamar (EL mercado del placer)


La Reina de África (Fuego Dulce)