Florence, era hija de un millonario estadounidense, de quién heredó su fortuna. Además era una gran melómana empeñada en ser cantante de ópera.
Cada año, organizaba sus própios recitales a los que acudían básicamente sus "amigos" de la alta sociedad. Sus conciertos eran exageradamente opulentos igual que sus trajes. Creo que ni Agata Ruiz de la Prada se atrevería a llevarlos encima ( a lo mejor Bjork sí).
El caso es que un día, tuvo un accidente de circulación mientras iba en un taxi y... milagro! descubrió que era capaz de lanzar un fa tan agudo que quedó maravillada. En lugar de demandar a la compañía de taxis les mandó cigarros carísimos.
Finalmente, tras correr la voz de sus recitales la convencieron para actuar en el Carnegie Hall. Resultado, entradas agotadas y 6000$ de recaudación. Evidentemente la gente fue a reírse de ella pero ya lo dice el dicho " ande yo caliente..."
Las malas lenguas cuentan que murió de pena un mes y un día después de la actuación, pero según he leído, la mujer murió a los 76 y más feliz que una perdiz. También contaban que el pianista que la acompañaba en las grabaciones era, nada más y nada menos que el gran Arthur Rubinstein bajo pseudónimo, pero eso ya forma parte de la leyenda, o no...
Moraleja, siquieres que un sueño se haga realidad, debes creer honesta y profundamente en él, lo siguiente es tener coraje de trabajártelo.
A veces nos quedamos a medias porque en el fondo tenemos miedo de que se cumplan.
Os dejo con dos perlas. La primera su interpretación de un aria perteneciente a la ópera "La Flauta Mágica" de Mozart, conocida por Aria de "la Reina de la Noche. La segunda, una interpretación de un preludio del grandísimo Bach. Dios, si el maestro levantara la cabeza volvería a torcerla en el acto.
Por cierto, el disco está a la venta en las tiendas Fnac, os lo puedo asegurar.
Y para terminar, os paso su myspace, sí sí, habéis leido bien