Hay una ley no escrita desde que se inventó la música popular que proscribe  a los artistas de éste gremio  que intentan cruzar la abismal frontera que los separa de la élite musical más clásica.
Rufus, nuestro querido Rufus, acaba de sufrirlo en sus carnes con el fiasco de su ópera "Prima Donna", al menos así parece de las primeras críticas publicadas tras su estreno el pasado mes de julio en Manchester. Os recomiendo la lectura de la curiosa entrevista publicada este pasado viernes en el suplemento EP3 de El País, en la que confiesa sus actuales apuros económicos tras la fastuosa gira homenajeando a Judy Garland y el colosal esfuerzo monetario que le ha supuesto esta aventura operística.

Su penitencia consiste en recorrer el mundo en una modesta gira en la que únicamente actuará con su piano, lejos de las magníficas performances con que nos deleitó tras publicar sus maravillosos Want One & Two y su reciente Release The Stars. Otra de las cosas que ha tenido que hacer ha sido publicar su primer trabajo en el que no presenta ninguna canción nueva, Milwaukee At Last!, precisamente una grabación en directo de esa última gira de la que hablaba que acompaña con un DVD. Supongo que la compañía discográfica le ha puesto firme y a trabajar...en fin, esperemos que este gran músico se nos venga arriba pronto y se dedique a lo que mejor se le da: componer canciones maravillosas con las que todos disfrutamos sin cansarnos de escucharlas una y otra vez.

Os dejo con su Oh What a World interpretado (nunca mejor dicho) sobre la base musical del Bolero de Ravel, como ejemplo de su vertiente más "showman", y con la deliciosa This Love Affair interpretada en la intimidad de su piano.

Sé que las disfrutaréis porque ¿quién no disfruta con Rufus Wainwright?